Visítame en el cementerio
cuando cumpla años de viva,
no de muerta.
Y llévame un regalo,
uno que tenga un gran valor,
que nadie más pueda comprarlo.
Estaré ahí esperando
a que te acerques
para despertar.
Cuando llegues,
no titubees en hablarme,
acércate a mi.
Llevaré una ventisca suave
que acariciará tu cara,
y así podrás sentir que estoy ahí.
Déjame un poco de amor,
sembrado en el jardin más cercano,
-a ése regalo me refería-.
No importa que pronto te vayas,
solo pido que regreses,
no te olvides de mi.
Ya que después de partir,
es imposible escribirte,
y expresar lo que siento por ti.
“Cuando encuentres
una rosa negra,
déjala en mi tumba,
y así sabré que has venido,
mientras yo duermo en la eternidad...”
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1 comentario:
Hola Marcia. Leì tu mensaje en mi blog. Muchas gracias en verdad por interesarte en mì. Espero pasar màs seguido por aquì a leer las actualizaciones.
Y Porsupuesto te invito a leer el Ballet de los desahuciados, que ya he publicado un texto final, creo que ese ciclo termina. Y tambièn te invito al inicio de "manicomio espontàneo" mi nueva aventura literaria.
Un abrazo!
violinnostalgico.spaces.live.com
telonversatil.blogspot.com
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