domingo, 17 de agosto de 2008

Una daga en la llaga

Y vuelves a herir
esta llaga
que justo había cicatrizado.

Dejas de nuevo
la daga de la tristeza,
presente en mi ser.

Y me olvidas en soledad,
con mis heridas sangrantes,
y el alma destrozada.

Una llaga donde estaba mi corazón,
donde algún día estuviste tú,
amante y perdedor.

2 comentarios:

Adrián Mariscal dijo...

Una daga en la llaga?, eso sería algo así como dolor sobre dolor, el infierno del infierno o lo peor del desamor?, siendo así el poema es digno de un premio por desahogarte tal sentimiento.

y si la poesía no sirve para desahogarnos y hacer un experimento con todos nuestros sentimientos, entonces para qué?

Un abrazo Marcia!

Anónimo dijo...

pero que gusto leerte a ti,que me haces pensar en que la vida no es un cancion sino un poesia.

franco siniestro.